... Y, creyéndolo ...

... Y, creyéndolo bueno,
emprendo un camino equivocado.

Pero ... no hay error.

Es sólo un andar
hacia otro sitio.

Vuelvo ...

Vuelvo,
vuelves,
vuelve
volvemos,
volvéis,
vuelven.

Como todo.
Como siempre.

Tus párpados ...

Tus párpados
lentos se cierran
para lentos
abrirse de nuevo
llenos de humedad tus ojos.

Tú, de vuelta ...

Tú, de vuelta de mis jardines,
me traes todos los presentes
y buenos presagios nunca prometidos.

Me ofreces todas las expiaciones a mis errores
y calmas todas mis demandas de valentía y entereza.

Y yo exploto y me abro
como fruta madura de lluvia y sol.

Con el acorde ...

Con el acorde un grito
de entrega
desmesurada.

Con el acorde una llamada
de esperanza
ingenua.

Con el acorde una súplica
de cortante
agonía.

Con el acorde tú
de vuelta
de mis jardines.

Como luces ...

Como luces, reflejadas en asfalto mojado,
ver cosas que quizás no existan
más que en los acordes de un tiempo perfecto.

Y con el acorde un grito de entrega desmesurada.

y con el acorde tú ... de vuelta de mis jardines.