Un encuentro ...

Un encuentro.
Coincidencia de tiempo y espacio.
Un encuentro.
Por qué no ...

¿Cuál es..

¿Cuál es nuestra reserva de dolor?
¿Cómo sanar de una indigestión de dolor?
¿El dolor ajeno, es también nuestro dolor?
¿Nos duele todo lo que duele, o solo lo que nos duele?
¿Hay dolores diferentes, o todos los dolores son un mismo dolor?
¿A más capacidad de dolor, más dolor?
¿El dolor mueve, detiene o desvía?

No sé de dónde puede venir tanta tristeza ...

Amándote ...

Amándote
me siento nuevo.
A estrenar.
Me convierto en posibilidad.

Me estoy ...

Me estoy haciendo en un proceso constante e incesante. Ya de regreso cuando todavía no he decidido si cruzaré mares, volaré cielos o pasearé senderos. No sigo los caminos de un viaje sino los  azares de una aventura.

A fuerza de ...

A fuerza de presente, ese futuro llegará en que me romperé y nadie reconocerá, en mis pedazos, algo mío. Ya no habrá preguntas sin respuestas, porque no habrá necesidad ni dolor. Tampoco esas tristes miradas se cruzarán con mi mirada en los andenes de la angustia, porque ya nada se cruzará con nada.

Habra otros ...

Habrá otros escozores en otros ojos que ya no serán los míos, los besos beberán de otros labios que no serán mis labios, y lo propio y lo ajeno, lo semejante y lo diferente, lo que es lo uno y lo que es lo otro simplemente desaparecerán. Nada más se sabrá de ellos.
Pero es ahora. Ahora que mirar hacia atrás duele, es cuando tengo  el tiempo para pensar en ti y en todo aquello que dejó un rastro. Es ahora cuando recuerdo tu olor más que tus ojos, y tu carne más que tu amor. Es ahora, ahora que tú ya no estás, cuando no añoro tu cuerpo sino el mío.

Tomando todo ...

Tomando todo tu poder como mi poder y todas tus flaquezas como mis flaquezas, viviendo en todas tus lágrimas mi dolor y en todas tus risas mi gozo, sé que así me reconocerás y yo te sabré reconocer.
De esta manera sé que también me puedes entender y que puedo entenderte. Y si algo más íntimo que esto puedo darte,  no sé qué puede ser.

Otros escozores ...

Otros escozores
en otros ojos,
y no serán los mios.

Caminar amargo ...

Caminar amargo en el silencio de la noche entrada en alba. Claridad de un destino solo ensombrecida, quizás, por alguna duda, por alguna plegaria no atendida. Aunque es tu presencia mi deseo, no sé si me acerco o me alejo de ti. Tú, inconsciente, no me conoces. No sabes nada de mi.

Si eres infeliz ...

Si eres infeliz
ya no quiero,
como buen pirata,
cruzar los siete mares.
Esta noche iré
allí donde el bosque
para traerte
un cesto lleno de besos.

Qué silencio ...

Qué silencio
no respetas
cuando me hablas
de eternidad.