Toda dispersión implica movimiento y, por tanto, tendencia a la quietud.
Mi cobijo. Mi tú.
Todo gris lo que la brisa mece.
Y tú. Tan lejos.
El dolor. Hueco.
Cómo decir que lo ignoro todo acerca de todo.
El miedo. Siempre.
Siempre presente, como aceitoso goteo, la búsqueda, la palabra, el acto de voluntad.