viernes, 24 de septiembre de 2010

Sé de un camino ...

Sé de un camino
que conduce
al delirio,
un camino
que no debo volver a andar.
(dicen: una mala tarde la tiene cualquiera ...)
Horas bajas
que no dejan regusto,
ni sabor,
ni eco alguno
que un recuerdo futuro traiga de vuelta.
Queda, eso sí,
un conato de herida,
una pequeña maqueta de un dolor
que parece de fuego ... o quizás de hielo.
Y la punzada
me recuerda,
sin atenuantes posibles,
¿sin piedad?
que vuelvo a estar perdido.

No hay comentarios:

Publicar un comentario