De dónde procede,
desde dónde me alcanza
este apasionamiento
por la total renuncia,
por la entrega sin condiciones,
por la rendición hastiada.
Estas lágrimas que,
ardiendo,
toman mis mejillas
qué significado tienen,
qué están pidiendo,
qué favores no concedidos
demandan con su fuego.
No te equivoques, ni tampoco huyas, lo tuyo es un don y si lo esquivas te dolerá.
ResponderEliminarUn don ?
ResponderEliminar